Por: Juan Cariamo, presidente del directorio del Centro Nacional de Pilotaje (CNP).
Como principal actividad exportadora de Chile, con más del 60% de los envíos totales, la minería es clave para el desarrollo de Chile. La sostenibilidad futura de esta actividad pasa por innovar y desarrollar encadenamientos productivos, que desde Chile, en el territorio y con actores locales, puedan solucionar los desafíos singulares que se dan en la operación in situ y que luego estas soluciones pueden ser adaptadas y exportadas a otros mercados.
Nos hemos propuesto como Centro Nacional de Pilotaje de Tecnologías para la Minería, CNP, ser un actor clave en este desafío país. Con un modelo de operación único en Chile, creado a fines de 2018 e institucionalizado en 2019, une los esfuerzos del Estado, la industria y la academia, en un estilo de orientación ejecutiva y eficiente, bajo un marco de visión de desafíos presentes y futuros de la minería mundial. Resultado de ello, tenemos un conjunto de metodologías probadas de trabajo, y una potente red de sitios de prueba, en los que, además, hemos iniciado un set de inversiones para ampliar el rango de testeos y validaciones posibles de ejecutar.
Este centro tecnológico, que nació debido a la necesidad de contar con una suerte de “instalación piloto en terreno” para probar a escala semi industrial e industrial diversas innovaciones mineras, se revalidó durante la pandemia. En esta compleja coyuntura sanitaria, que afecta aún a todo el orbe, se hizo patente la urgencia de generar soluciones para la minería tanto en procesos de la producción más eficiente, automatizada, digitalizada y remotizada, junto con aspectos ligados a la sustentabilidad del negocio, como el uso eficiente del agua, y la energía, la economía circular, entre otros.
De cara a este desafío, tenemos el orgullo de afirmar que el CNP se vistió de pantalones largos en 2021. El Centro posee una cartera de 70 prospectos, con 7 pilotajes realizados de nuevas tecnologías e innovaciones mineras, 14 pilotajes en ejecución y 48 proyectos en distintas etapas de avance comercial. Además, iniciamos los trabajos en acuerdos estratégicos con Anglo American y Codelco.
El modelo único del CNP, al ser un tercero neutral que le entrega absoluta objetividad al proceso de testeo, dispone ya de siete sitios para hacer pruebas piloto a nivel nacional, y que se suman a espacios que disponen las grandes mineras para pilotear nuevas tecnologías. A nuestros socios nacionales e internacionales, sumamos un acuerdo de colaboración técnica con el SERNAGEOMIN para aportar en el aterrizaje de las nuevas tecnologías a la minería, como el uso del hidrógeno y de los equipos autónomos. Todo ello contribuyó a que el Centro se consolidara como actor válido en el ecosistema innovador del país.
El desafío hoy es sumar a más y más actores. Que quienes no operen en Chile utilicen al CNP para probar soluciones que se apliquen en otras latitudes y que los pilotajes de proveedores locales, sean experiencias que se extiendan a operaciones dentro y fuera del país.
Chile puede convertirse en lo que ahora es Europa y Australia como desarrolladores de tecnología. Y el Centro Nacional de Pilotaje es una pieza fundamental en esta tarea. Hoy es el momento de utilizar su potencial para lograr poner a nuestro país a la vanguardia de la innovación minera.