Un nuevo informe encargado por el Departamento de Recursos Naturales del gobierno de Canadá muestra cómo implementar una economía circular puede ser más que solo el reprocesamiento de relaves.
Por Mateo Parizot
CIM Magazine, 9 de enero de 2022.- A medida que las industrias de todo el mundo buscan descarbonizar sus procesos para ayudar a enfrentar el cambio climático, esta transformación requerirá también un mayor suministro de minerales y metales ya que son vitales para las tecnologías ecológicas, como las baterías o los paneles solares.
Una mayor demanda de los metales significa más yacimientos y más procesamiento de minerales. Al mismo tiempo, la industria también busca reducir o eliminar las emisiones y los desechos en sus operaciones.
Una estrategia que se está analizando es la “economía circular”, un concepto que busca eliminar los desechos y la contaminación mediante la generación de valor a partir de procesos normalmente derrochadores. Sin embargo, implementar este enfoque en una operación minera podría tomar varias formas.
Para avanzar en la comprensión del valor potencial de la economía circular en la minería, Natural Resources Canada encargó a Alan Young y Maria Laura Barreto, directores de Materials Efficiency Research Group; y a Karen Chovan, fundadora y directora ejecutiva de Enviro Integration Strategies y presidenta del Directorio del Environmental & Social Responsibility Society of CIM (Canadien Institute of Mining, Metallurgy and Petrolium) para entregar un informe que detalla las estrategias y oportunidades de adoptar un enfoque de economía circular para la minería.
Según Young, era importante comprender los beneficios potenciales sustanciales de ir más allá del incrementalismo al aplicar la economía circular a las operaciones. Cuanto más invierta una empresa en los sistemas integrados de un modelo de economía circular, más podrán sus operaciones aprovechar al máximo las oportunidades asociadas en el sitio y en todos sus ecosistemas de suministro
“Ambos hemos estado trabajando en este espacio durante mucho tiempo y, francamente, ha sido principalmente un modelo enfocado a reducir daños. ¿Cómo hacer menos daño? ¿Cómo minimizar o mitigar los impactos?”, señaló Young. Añadió que “todo eso es bueno e importante, pero hay una poderosa sensación de que se trata más de una pieza en una gran transformación. ¿Cómo se mueve al beneficio neto? ¿Cómo te logras realmente mover los flujos económicos y ecológicos de los recursos? ¿Y cómo puede la industria llegar al momento en el que se requieren muchos más metales y no podemos justificar un modelo industrial convencional por varias razones?”.
Actualmente, la aplicación más común de la economía circular en los relaves mineros implica su reprocesamiento de materiales para extraer los minerales con valor, pero según Chovan, hay muchas más oportunidades para aprovechar los recursos disponibles para una operación minera, por ejemplo, reutilizando o donando los minerales y los equipos usados, además de la oportunidad de avanzar hacia los objetivos ESG (criterios medioambientales, sociales y de gobernanza por sus siglas en inglés).
“Necesitamos mirarnos a nosotros mismos como usuarios temporales de la tierra. ¿Qué valor estamos creando en ese espacio -no solo extrayendo mineral del suelo-, sino qué podemos hacer en ese especio?, aseveró Chován.
“¿Qué más podemos hacer para aportar valor a largo plazo a estas regiones? ¿Qué estamos haciendo con la tierra (y la infraestructura) después del cierre de la mina? ¿Qué más podemos facilitar, incluso durante las operaciones, para brindar beneficios más amplios a la región y que se extiendan más allá de la vida útil de la mina?”.
Sin embargo, cada yacimiento es único y tiene sus propias complejidades y, por lo tanto, no existe un enfoque estándar sobre cómo debería ser una mina centrada en la economía circular. El informe menciona que los yacimientos que siguen estándares de minería responsable aceptados, como Hacia la minería sostenible de la Asociación Minera de Canadá, podrían estar implementando muchos elementos con un enfoque de economía circular en sus operaciones sin haberse percatado de ello, pero existe una gran oportunidad para que las empresas mineras generen valor al pasando de mejoras incrementales a un cambio transformacional general.
La importancia de la asociatividad
Uno de los principales impulsores de ese cambio es a través de colaboraciones y asociaciones entre diferentes corporaciones y sectores de la industria. En lugar de tener numerosas innovaciones ambientales desarrolladas individualmente, puede ser beneficioso compartir conocimientos a lo largo de la cadena de suministro para integrarlos de manera más eficiente en las operaciones y generar valor.
“Una de las cosas que las grandes empresas mineras están haciendo actualmente es evaluar cuántas iniciativas aisladas están en marcha y cuántas están enfocadas en la eficiencia o la sostenibilidad, pero que en realidad no se comunican entre sí”. dijo Young. “Entonces, se debe adoptar un enfoque de sistemas, realizar una evaluación de todas las operaciones y luego buscar oportunidades en las que pueda comenzar a integrar y acelerar las cosas que se están moviendo hacia el desperdicio cero o la neutralidad de carbono, y comenzar a hacer que realmente funcionen en conjunto”.
“Creo que un solo cambio de mentalidad movería mucho las cosas, y sería asignar valor a todos los materiales que tienen que mover, no solo a los productos que generan. Todos los minerales son activos potenciales”, aseguró Chovan.
“Y si realmente evaluaran el valor de esos materiales de la misma manera que lo hacen para todo el resto de infraestructuras que operan, es posible que los traten de manera muy diferente, y eso podría cambiar el modelo comercial. Aún se puede seguir optimizando en torno a un producto, pero eso no significa que todo lo demás sea un desperdicio”, finalizó.
Fuente: https://bit.ly/circularTendencias
