Columna de opinión
La importancia del pilotaje para el desarrollo del hidrógeno verde

Por: Juan Cariamo, presidente Centro Nacional de Pilotaje.

El hidrógeno verde, sin duda, aparece como un elemento central en el objetivo de disminuir la huella de carbono de la industria minera. Y Chile puede aprovechar esa demanda para convertirse en uno de los principales productores de este combustible a nivel mundial.

Según la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde elaborada por el Ministerio de Energía, el costo de producción de este vector en nuestro país es uno de los más bajos del mundo, y la descarbonización y la competitividad en energías renovables podrían crear un sector económico con una tasa de crecimiento anual de 15% al año 2050, alcanzando un tamaño similar a la minería local.

Por eso, el reciente anuncio de Anglo American, que presentó el primer camión minero propulsado por hidrógeno verde marca un hito en la industria y viene a cambiar completamente la ecuación. Esto significa que los miles de litros de petróleo que consumen estos vehículos de extracción pueden ser reemplazados por un combustible que ayudará a bajar los costos y, lo más importante, a reducir el impacto que genera la actividad minera en el medio ambiente.

Por eso, debemos acelerar el tranco y avanzar rápidamente en su implementación. Y en este objetivo, el pilotaje es fundamental, ya que conocemos los beneficios, pero recién estamos viendo sus posibles usos en la minería.

El Centro Nacional de Pilotaje ha definido como un tema de alto interés desarrollar pruebas con hidrógeno verde, donde ya realizamos los primeros proyectos en equipos menores y hoy ya estamos trabajando con la gran minería. Adicionalmente, nos adjudicamos fondos de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) para habilitar instalaciones permanentes en la Mina San Pedro (uno de nuestros sitios de pilotaje) para validar tecnologías en base a esta energía, lo que también permitirá generar conocimiento y capacitación de capital humano.

Nuestra hoja de ruta como CNP contempla iniciar la migración desde diésel a hidrógeno de equipos estacionarios de baja potencia, hasta su utilización en maquinaria móvil con mayores requerimientos de potencia, principalmente usados en la mina subterránea. Sin duda, este será uno de nuestros focos de trabajo para los próximos años.

Como país tenemos una enorme oportunidad de convertirnos en pioneros de esta industria, produciendo hidrógeno verde limpio, en base a energías renovables, para un sector minero que necesita urgentemente reducir su huella de carbono.