Por Juan Cariamo – presidente del directorio CNP, socio y Co Ceo de Vantaz Group
Recientemente se publicó la primera “Guía de Implementación de Pilotos y Validación de Equipos Autónomos en Faenas Mineras”, elaborada por el Servicio Nacional de Geología (Sernageomin), con la colaboración del Centro Nacional de Pilotaje (CNP), entidad en la cual tengo el honor de presidir su directorio. Quiero destacar este hito, porque refleja la transformación que está experimentando nuestra industria minera, hacia un mundo marcado por la digitalización, la automatización, el trabajo remoto, en resumen, la Minería 4.0, que busca capturar valor a partir de la implementación de nuevas las tecnologías digitales.
Otro ejemplo de ello es el creciente avance de los Centro Integrados de Operación (CIO) para el control remoto de las faenas mineras. En las últimas semanas hemos sido testigos la presentación de modernas instalaciones de este tipo por parte de Teck para su proyecto Quebrada Blanca Fase 2, y de Anglo American para Los Bronces, que se vienen a sumar a los CIO ya existentes o prontos a entrar en marcha de Codelco, BHP y Antofagasta Minerals.
Anuncios sorprendentes para una industria que, por la magnitud de sus inversiones y los costos asociados a paralizaciones no programadas, tradicionalmente ha optado por soluciones ya probadas. Un mal que no sólo aqueja a este rubro: el gasto en I+D en Chile apenas representa el 0,35% del PIB, según cifras del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; muy por debajo del promedio de las economías de la OCDE, de 2,4%.
Para avanzar hacia más innovación y desarrollo tecnológico, especialmente local, el Centro Nacional de Pilotaje tiene un rol clave, que hemos ido construyendo en estos casi tres años de existencia.
Actualmente transitamos por una fase que hemos denominado de “primeros frutos”, tras haber culminado el proceso de formar una institucionalidad; incluyendo una infraestructura, una red de coejecutores técnicos y metodologías acordes a los exigentes estándares de este sector, que en Chile son de clase mundial. Hemos logrado establecer una relación con el entorno y, de esta forma, empezar a construir un camino de largo plazo, en términos de interacción y aprendizajes mutuos, que nos conduzcan a un nivel superior de competitividad para la minería nacional y todo su ecosistema.
Resalto que ya contamos con variados proveedores de base tecnológica con quienes hemos tenido los primeros pilotajes; a lo que se suman nuestras alianzas con Sernageomin, Anglo American y Codelco, que sin duda serán muy beneficiosas para el proceso de innovación de la minería nacional.
Son los primeros pasos de una desafío a largo plazo, que busca llevar a Chile de ser un exportadores de minerales y otras materias primas, a ser un exportador de conocimiento, con foco en el talento emprendedor nacional, y de esa forma construir un desarrollo y un futuro sustentable para las próximas generaciones.